jueves, 15 de mayo de 2008

LA TELEVISIÓN REDUCE LOS NIVELES DE INFLUENCIA DE LOS PADRES

La televisión está llevando a niños y adolescentes a desarrollar conductas violentas e inadecuadas, reduciendo los niveles de influencia que como modelo de comportamiento y autoridad deben tener los padres, advirtió el doctor Wulfrano Torres Pérez, profesor investigador de la Facultad de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Ante los cambios en la economía y la necesidad de la mujer de salir de casa para trabajar y colaborar con el ingreso familiar o hacerse cargo de éste, los niños se convierten en la población más vulnerable frente al televisor.

“Los niños pasan horas enteras frente a la pantalla aprendiendo modelos que reproduce en su comportamiento, observando programas con un alto contenido de violencia, que al verlos una y otra vez los lleva a la imitación”, señaló el doctor Torres Pérez.

Ejemplo de ello, dijo, se puede encontrar en las escuelas, donde se tienen altos índices de niños con problemas de conducta, lo que demuestra que los padres están perdiendo influencia como modelo de comportamiento adecuado para sus hijos, que en el futuro podrían ser adultos violentos.

Y es que el niño desde pequeño aprende viendo; muchas veces sus padres dicen una cosa y hacen otra, lo que les crea confusión, al contrario de la televisión, que dice y actúa en el momento.

Por otra parte, la televisión es un medio electrónico de naturaleza comercial y su objetivo es vender todo lo que sea, sin importar el cómo ni tener valores selectivos. Así, ofrecen artículos de consumo personal o colectivo, usando la mentira y la persuasión para convencer a los consumidores, como el caso de los productos que contienen aspartame, que de acuerdo con estudios científicos puede producir serios problemas de salud.

Asimismo, en la comida chatarra, cuyos aditivos, además de que dañan los dientes, provocan obesidad, lo que es peligroso en un país como México donde la diabetes afecta a más de 10 millones de personas no sólo adultas sino también niños.

La televisión, dijo el doctor en Psicología, en aras de ofrecer diversión produce programas que son una exaltación a la estupidez, lo tonto y lo superficial que “me parece, son estilos de comportamiento que de ninguna manera favorecen el desarrollo intelectual y cultural que requieren los menores”, abundó.

En el caso de los adolescentes la televisión les presenta modelos de relaciones amorosas que los pueden llevar a una relación poco ética con la pareja, y se ha descubierto que muchas veces desde el noviazgo ya enfrentan problemas de violencia que se incrementa cuando ya viven juntos.

Recomendó a los padres hacer todo lo posible para que sus hijos no estén tantas horas “secuestrados” frente al televisor, que convivan más con ellos, platiquen y sobre todo vigilen qué es lo que ven.
Créditos: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (www.buap.mx)

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